La chica se acerca al bar
El licor más caro y tumbador sale de esas vitrinas,
Sentir espasmos bajo su piel provoca mil placeres a su haber,
Sube las escaleras en busca de dolor,
Por delante el lagarto pasea sus enormes garras,
Vierte calor y perfume en su desnudo cuerpo
Asoma un tatuaje de amargos colores, todos sufren ella ríe
El mar placentero como cánticos de sirenas,
Sacan a relucir sus más grandes tentaciones
Tras la ventana rota de la habitación 401.
Toma las riendas hacia nuevos rumbos
Saca las maletas y vamos hacia el calor nena,
Una semana o dos, quizás vuelva mañana
Me aburriría en la próxima madrugada y volvería a huir,
Pero junto a ti solo será esta vez,
Chica del bar la aventura acabara
Ahora el éxtasis, frenesí y ansias de placer,
Das vuelta el universo y miras hacia el techo
Yo enciendo un cigarro de humos baratos,
Tú aspiras las almas de caballeros más caros,
Salgo hacia la ventana, caminando sin rumbo a lo prohibido,
Donde voy no puedes seguirme
Te veré otra vez en el frenesí de ese bar,
En la habitación 401
La chica del bar sigue hacia el sol,
Va con mini falda, un vodka e ilusión
Los rumbos a tomar sin precaución,
Miles de mujeres, centenares de razones para no irme de esta habitación,
Ella sabe que es de aquí, volverá y no estaré
Pedirá el licor de vitrina, subirá sin temor,
Las botellas están vacías, las salidas se bloquean
Encontrara lo que busca y nadaremos sin control,
Mira esas olas que suben a la montaña
Tu cuerpo desnudo provoca las mil tentaciones,
La llave se gira, pasaremos una noche más en la habitación 401.
Alan B. James.