sábado, 24 de septiembre de 2011

Creer en pensar, vivir no adorar.

Lo sabes, lo entiendes
¿Lo vez?
Lo crees, lo alabas
¿Lo sientes?
Degradante incógnita
Fingir que es solo fe,
Viseras de una idea
La mente es prescindible en tu ser.

Sabia es la mirada errante,
Visible el sol que te ve,
Las almas se van más allá
El antiguo aprendió de la maldad,
Por creer algo distinto
Que la razón aun quiere probar.

Saciar lo absurdo de un libro,
Palabras escritas por Dios
¿La tinta también fue su creación?
Solo degrado tu oración,
La ignorancia te sienta bien
Para vivir solo respiras, (de mí)
Agotada blasfemia que derribas
Perforando el amanecer de la vida.

No trato de derrocar tu edén
Solo hacerte mirar lo que es,
A tu alrededor brilla el mundo
Solo respira profundo,
Mira hacia el cielo y revela tu idea.

Que renazca el pensar
Atenuantes del azar,
Desiste de lo que sabes
Sal de tu cárcel y vive el pasar,
La vida es un viaje
No esperes a que de la vuelta
Solo vívela, no hay nada más.

Alan B. James.

De almas cansadas.

Frenesí encandecido por sombras,
En la angustia crece el valor,
Hogueras que encierran vapores
Y manos sin sentir el calor.

Vivaces frases deliran en el olvido,
Oscuros lamentos rozan la verdad
Que viajan al eterno vacio,
En vasijas de carbón que manchan el pan.

Alimento de pobres que saben robar,
Niños cantando hacia la luna
Absorben el odio de un triste andar.
Cruel es el viento en el rostro
Cuando no tienes la carne en el bolsillo,
Solo un matiz de vida en aquel triste pozo
Labrando el dolor de mil lazarillos.

Aguas malditas con el agrio sudor
De almas cansadas y su eterno temor,
Un maltrato que azota carencias
Sagaz reverencia reclamada del mal,
Avaro el arriero que reclama vivir
Un millón de fronteras que decantan su azar.


Alan B. James.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Sensaciones en trance.

En el trance de lo inexplicable
Dolores sucumben en atardeceres,
Mares que rodean la conciencia
Las siluetas no reclaman su talento,
Un final al borde de la tormenta
Una anestesia a lo desconocido,
Manipulando el opio al destino.

Pinturas que decoran la locura
Y colores de inexplicables texturas
En las manos de un poeta,
Vamos nena arranquemos las cadenas
El placer nos espera en la orilla
Al otro lado de la ribera.

Descontrol tras tu piel
Agitando tu pasión al olvido,
Ríos tras una ola de pecado
El placer de lo prohibido,
En tus manos intranquilas
Deseando un fiel pasado,
Asesinos tras la galería
Buscan mascaras que cubran la fe,
Esperanza en baldes de agua tibia
Y dos albinos en una esquina
Amargando un frío atardecer.

Sensaciones de inagotable alegría,
La mujer corre hacia el tranvía,
El suave sudor en su espalda
La blanca miel de porcelana
Y sus piernas cruzando el mapa
Separando la intriga de dos cuerpos,
Que de pronto pasan a saludar.

No vivir en el océano
Tras el vidrio de una ilusión,
Ahogándote en la conciencia
Mirando el futuro final de una historia,
Desastres tras el amargo calvario
Montando las ideas hacia la puerta,
Mirando dentro de tu alma
Para mostrar la muerte tras la calma.


Alan B. James.